jueves, 27 de marzo de 2008

Otro montón de cosicas


Que cosas lindas suceden sin que uno se dé cuenta en ocasiones (por culpa del vertigo que todo lo invade), sino que tan solo se deja llevar y luego, al tiempo y viendolas en prespectiva me doy cuenta de el montón de lugares, gentes y situaciones d lo mas loco y diverso, vamos, pa no aburrirse.
Lo mejor es que se conjuga de forma maravillosa los momentos de estar solo y tranquilo, en mi burbuja para reconciliarme con alguna neura, o pa sentir y bailar, o pa recapacitar sobre lo vivido y abrir aun más los ojos a lo que venga, con los
momentos de union con esos maravillosos "locatis de la vida" que siempre tienen una frase genial, o conjugamos una experiencia en el mismo idioma, o unas risas a costa de la "magia" que, en los viajes, todo lo domina, o aventura en mitad del mundo (Cusco es el ombligo del mundo, que lo sepais),o tantas pequeñas grandes cosas, formando parte de esa inmensa minoría que decía J.R. Jimenez.



Me veo intentando sintetizar demasiadas cosas que son tán vívidas, intensas y sentimentales que
son complicadas, asbtractas (ese mundo al reves o irónicas que de alguna forma uno crea una especie de metamorfosis con lo que le rodea, que
todo lo abstracto, por extraño que parezca es real, ya que aca nada esta escrito, y esa frontera entre lo aparentemente "normal" y su frontera en lo aparentemente "irreal, se difumina, y, a mí, me da mucha risa, y otras cosas...


Aparezco en la 1ª foto en un campo de coca, ( ya mastique unas cuantas bolsas, por eso de vivir a 4000 m de altura). Increible lo que uno se cansa por subir cuatro escaleras. Eso es coroico, bosque humedo Boliviano.


Seguimos en Copacabana, de juerga con los hippies del lugar que de tanta buena onda, y algo


de vino, en la orilla del titicaca, con guitarras y charradicas buenas, y con perrillos que se acercan a ver si les cae algo, aunque sea alguna caricia...




Seguimos en el Titi, en la isla del Sol en la que me refugié una semana a no hacer otra cosa que lo que me apeteciese, y sin llegar al hedonismo, ya que tenia mil cosas en la cabeza que tenia que sacar a base de paz y buenos alimentos. (ah! sigo vegetariano y con una pinta de espíritu de lo flaco que paseo por este mundo...)




Haciendo amigos. Esos dias solo hable con bichejos, la Pachita y lugareños encantadores e hiperamables.

En fin, dos burros en la Isla del Sol















Amiguetes de juerga y vida, son de los pocos que apearecen, me dejo muchos en el camino sin colocar, pero no hay sitio.

Estos personajillos saben como sacarle partido al ratito de vida que tenemos

En la Isla de Tauile, en la parte peruana del Titi, viviendo un par de dias con una cultura muy linda, viviendo, comiendo y durmiendo en sus casas y pudiendo intercambiar mil ideas del mundo. Ellos estan en el paraiso y lo saben









Mercado de Cuzco, donde estuve comiendo muchos dias con las mamitas, que ya me conocian y me reclamaban a su puesto a comer ese cebiche (pescado en jugo de limon con cebolla y ,mil cosas mas, casi mi dieta unica desde que deje la carne).

Estos brasileños son pequeños duendecillos que aparecen, extalla conexión y... chao! que te vaya bonito.







Camino del Machu Picchu, al que llegue andando y disfrutando de un paisaje que ni fotos ni poetas, simplemente indescriptible y verde de vida.

Me jodió pagar en Machu, ya que queria colarme
pero me falto un dato, que era pasar a las 2 de la madrugada, y no lo sabía y llegue a las 5, con lo que la entrada si pague.

Ese perrillo aparecio y menos mal que a los minutos aparecio la madre y el dueño, que si no se viene pa mañolandia, nos enamoramos.




Foto nocturna del rio que rodea Machu, en fin, pa verlo















Lo mejor será que vengais un dia de esto y lo veais. La energia que desprende, el sitio que lo rodea, el trabajo impresionante de aquellos Incas y su union física y espiritual, en perfecta interdependencia con el medio, con la Pachita






Me subi a Victor (Ese Cristian me lo hubiese traido también). Desde Waynapicchu besotes











Ese dia no pare de andar como loco, subi Waynapicchu y Huchuypicchu, que son los picos que se ven al fondo.
No os podeis imaginar que fuerza que tienen, que obra mística es todo ello, como me sentí como una cabra dando botes y curioseando y admirando todo...

Mil cositas mas y mil fotos mas a regreso.

Aparecen en ocasiones los momentos de morrina, de nostalgia por esas gentes de mi lugar y por las ganas de compartir con algun@ de vosotr@s muchas cosas que suceden, muchos paisajes que no se vuelven a repetir y algun pensamiento de esta irrealidad. Pero esperaremos tod@s al regreso, de momento me conformo con traeros mucho más de lo que imaginais al laito mio, pa que respireis un poco de vida y sorpresa




Ah!, un gato borracho.

(besos)

3 comentarios:

Cristian González Farfán dijo...

Te quiero, amigo!!! Qué emocionante verte con la polera de Víctor allí en Machu Picchu!!!!! Sigue adelante, cómo conmueven tus relatos, se nota que cada segundo que vives te mueve las entrañas... un abrazo desde Chile

Anónimo dijo...

La estrella que se habre para dar su luz sin limite se multiplica infinitamente. Quienes pasamos cerca de esta incandecente y tan fraternal energia nos impregna y alimenta en un intercambio mistico que nos deja el mapa para el siguiente escalon, que nos pone delante de la proxima puerta para que cada uno tome la desicion d abrir o dejar cerrado. Hermanos de la vida misma que me pregunto cuantas veces hemos viajado juntos ya en lo que va de eternidad?
Seguì adelante che!!!!
Un fuerte abrazo
Diego

Anónimo dijo...

Hola Raul. Si lees esto, muchos besos desde Zaragoza. Por fin he conseguido llegar hasta el blog, espero no perderte la pista a partir de ahora. Muchas gracias por compartir esta maravillosa etapa de tu vida con todos. No es lo mismo pero por lo menos nos llega la ilusión que nos transmites.