viernes, 30 de noviembre de 2007

Mas boludeces

Tras la semana de Buenos Aires, donde vi hasta un ballet flamenco impresionante del Antonio Canales, teatro en la calle, batucadas y las inmensas e insultantes diferencias sociales tan típicas del cono sur, terminé escapando hacia el sur. Acá las distancias son impresionante y una cuarta parte del pais son 21 horas de bus, y con el culo como un callo llegué a Peninsula Valdes, parque nacional donde por fin ví las maravillosas ballenas. Tras casi una hora de lancha, vimos tres grupos de ballenas. La primera fué una madre de 20 metros con su pequeña de casi 6 metros, que super curiosas se acercaron y nos estuvieron mirando durante unos minutos tan emocionantes..., nadando alrededor nuestro y pasando por debajo de la lancha, con lo que el estomaguillo se subia a la garganta. Tras ellas, otros grupos de machos persiguiendo una hembra (como nos parecemos) y estos si que pasaban más de nosotros, claro, van a lo que van. ¿como describir sus cuerpos, su fragilidad, su maravillosa enormidad unido a una sensación de fragilidad extrema...?. Tras eso y ya en la costa los elafantes marinos, con sus sonidos como grandes eruptos, bichos de 4000 kg que creia que solo veria en los documentales de la 2 a la hora de la siesta, y ahí estaban, magnificos, a punto de irse hacia la antartida. Tambien pinguinos y algún lobo marino.
Por la noche en el hostel, cena en común con alemanes, catalanes, israelis y algunos más perdido. Buena gente, y sobre todo con los alemanes, con los que pase algún día posterior, muy buena gente. Uno loco que hace toda America sur en bici (un añito y unos 15.000 km) y otro medio hippy medio loco.
Ahora viajando hacia fin del mundo, Ushuia, me encuentro con un colombiano encantador, que de esas causalidades se sienta conmigo en el bus y charrando charrando me cuenta que esta exiliado, ya que los paramilitares le amenazaron (le mandaron trozos y visceras de una res y un escrito en sagre advirtiendo que el siguiente sería él), todo por tocar los huevos al cacique de la zona e intentar que una fuente, que sin duda es pública, pudiensen los campesinos de su región tomar el agua sin tener que pagar al fascista de turno( Don Abel y sus hijos que pueden matar o violar con la impunidad que dá el tener mucho dinero y ningún escrúpulo). Darío, que así se llama mi compa de estos días, da clases de derechos humanos, y ahora lo sacó hace un mes una ONG y gracias a sus contactos estoy durmiendo con él en una casa que le ofrece una amiga por un tiempito.
Esto no deja de ser una muy rápida pasada por encima, obviando mil detalles, alguna conversación y muchas sensaciones que hacen que el camino que se abre en el día a dia sea bonito de recorrer.
Mañana o pasado llego a Ushuaia, el fin del mundo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Raul, que impresionante tiene que ser sentir una ballena debajo de ti (que nadie mal interprete) pero me ha impresionado más la historia del colombiano.

Supongo que un viaje como el que estás haciendo es también un viaje interior.

Suerte amigo.

Anónimo dijo...

Hola jetillas, ya vemos que la vida te sonrie, como no, si es que en este mundo cuanta mas jeta tienes mejor te va (ya me lo decía mi abuela)....jeje, bueno saludos desde la mansión de los Lozano-Laborda (o señores pinzato, o digase tambien oscar y elena).
Te queremos, caballeroooooo!!,
Abrazos tambien a todos los que te leen, lauri!!!!!se aproxima la fecha, Manolo!!!! preparate para aferrarle la mano con fuerza a tu mujercita, ...
Lo dicho, un gran abrazo a todos.

Anónimo dijo...

si, si todo esto es muy interesante, pero..., si has llegado al fin del mundo, ¿es verdad que esta lleno de peugeots 205?
besicos jetas, te escribo al mail...

Anónimo dijo...

Hola!! Raulito, tus correos y tus historias me ponen la carne de gallina... no te puedes imaginar lo que me alegro de que estés viviendo historias tan intensas y en uno de los mejores lugares del mundo, quién sabe quizás el tuyo esté por allí... ¡ni de coña, chaval! que sólo ha pasado un mes y se te echa de menos mogollón. Por aquí todo genial, mi tripa sigue creciendo imparablemente y ya casi no me veo los pies, ponerse un calcetín comienza a ser algo bastante complicado pero todo sigue estupendísimamente y ya nos queda poquito para vernos las caras ¡qué ganitas! Por cierto, finalmente va a llamarse Africa ya nos hemos decidido.
Elenica, tengo preparado el disco de fotos de la France en bateau, a ver si podemos vernos un día y te lo doy ¿vale? sales estupenda pilotando el barco con el pitillo en la boca cual lobo de mar...
Bueno, besos a montones y tonto el que lo lea MUUUUAAAAAACKKKSSS!!!